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Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
C. P. Cavafis.
Por ahora la situación está tranquila, pero no se descarta que, tal y como ocurrió el pasado viernes, se registren incidentes violentos. Sobre todo, dada la tensión que invade el país y la rabia con la que la mayoría de los griegos han acogido la batería de recortes con los que el Ejecutivo de Papandreou, en el poder desde hace sólo cinco meses, trata de contener el bestial déficit público, que ha alcanzado el 12,7%, cuatro veces el máximo permitido por Bruselas.
Para tratar de tapar ese enorme agujero en las cuentas públicas y evitar la bancarrota del país, el Gobierno aprobó la semana pasada suprimir las dos pagas extraordinarias que hasta ahora recibían los funcionarios, congelar las pensiones, aumentar en ocho céntimos el precio del litro de gasolina, subir el IVA del 20% al 21%, incrementar las tasas que gravan los artículos de lujo y aumentar en un 1% los impuestos por los ingresos obtenidos el años pasado. Y, además, ya anunciado su intención de retrasar la edad de jubilación de los actuales 61 años a los 63.
Los sindicatos y los trabajadores han reaccionado con cólera ante esas medidas. "Otra vez pagamos a pagar nosotros", es el elocuente lema, que resume a la perfección en el sentimiento generalizado, con el que arrancará otra manifestación en el centro de Atenas.
"No podemos consentir que pisoteen nuestros derechos. Así que estaremos en guerra hasta que nuestras peticiones sean escuchadas y nuestro derechos respetados", afirma Alexis Diamantopoulus, cocinero de un hospital.
Fuente: Diario El Mundo